¿Alguna vez te ha pasado que una persona cercana a ti no deja de decir cosas negativas? De quejarse constantemente, de ser pesimista, de pensar que todos tienen la culpa menos él o ella, y sobretodo de estresarnos consciente o inconscientemente por lo complicada y difícil que es la vida. Bueno, si te sentiste identificado con alguien, esa persona es tóxica.

¿Cómo identificarlo?

Es egoísta: Solo se centra en él mismo y habla mucho de sus problemas sin tratar de buscar una solución. En vez de intentar crecer y aprender de lo malo, se queda en un lugar oscuro y arrastra a todos con él.

Es conflictivo/a: Le encanta el drama, no puede estar mucho tiempo sin decir algo negativo. Todo lo ve malo o con algún defecto. Es experto en encontrar problemas en una solución.

Es una víctima: Asume el rol de víctima para ser el centro de atención. Cree que todos tienen la culpa menos él mismo. No puede aceptar la responsabilidad de algo malo que haya hecho.

Es destructor/a: No puede decir comentarios positivos o halagadores hacía alguien, ya que siempre tiene algo malo para decir. No es capaz de valorar algo bueno.

Es envidioso/a: No puede alegrarse por un éxito ajeno, al contrario, le gusta hablar de cosas malas que les pasan a las personas o de sus defectos para sentirse mejor.

Si has identificado a alguien que cumple con estas características, te recomiendo lo siguiente:

Establece límites físicos: Decide cuánto tiempo y cuánta energía vas a dedicarle a esta persona en tu vida. Es bueno limitar el contacto al máximo para no seguir desgastándote.

Establece límites emocionales: Si es una persona de tu trabajo o de tu familia es difícil limitar el tiempo, pero si puedes ser consciente de lo negativo qué es y no dejar que influya en tus emociones.

Crea una barrera mental: Mejora tu estado mental y no dejes que esa persona tenga poder sobre ti, aprende que no te puede afectar lo que diga o haga si no lo dejas hacerlo.

¡Espero haberte ayudado!